AGRESIÓN CONTRA LA DEMOCRACIA EN LA UAQ
En una maniobra más por evitar que el proyecto que encabeza el doctor Gilberto Herrera consolide el cambio que todos deseamos en nuestra Universidad, la Comisión electoral, intentó quitarle el registro como candidato para la rectoría.
Otra vez el pretexto fue un presunto robo a la Universidad en relación con una patente registrada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
Pero aun suponiendo que el doctor Herrera hubiera cometido un agravio en contra de la Universidad, el intento de retirarle el registro carece de legalidad porque, para aplicarle una sanción a cualquier persona, primero debe ser oída y vencida en juicio, lo que no ocurrió en este caso, pero además, porque la comisión electoral no tiene facultades para ello.
Al conocerse la maniobra que se estaba fraguando en rectoría, muchos universitarios y universitarias nos congregamos en la explanada central para manifestar nuestro repudio ante tal desatino. Ahí acudieron estudiantes, profesores, jubilados y miembros de la sociedad civil. La noticia corrió por las redes sociales y la presión se hizo sentir entre los funcionarios de la UAQ y al interior de la comisión electoral. Como resultado, la decisión de quitarle el registro al doctor Gilberto Herrera, fue primero retrasada y luego rechazada.
Ante la gravedad de los hechos, varios consejeros universitarios acudimos al Centro Universitario y demandamos a las autoridades una explicación. Como respuesta y ante reporteros de varios medios de comunicación, el licenciado Carlos Núñez, y el doctor Guillermo Cabrera, miembro y secretario de la comisión, respectivamente, en medio de contradicciones e imprecisiones, negaron que tal asunto se estuviera tratando en ese órgano y que, en todo caso, la decisión sobre el retiro del registro era competencia exclusiva del consejo universitario.
Esta negativa ha sido confirmada, de manera extraoficial, por varios medios, lo que debe hacernos pensar que la maniobra ha sido suspendida, aunque no desechada del todo.
Pero el daño a nuestra universidad ya está hecho: el intento de sacar de la contienda, de manera ilegítima, a un candidato, demuestra nula civilidad y respeto, además de que evidencia que, ante la falta de argumentos y propuestas, se trata de aniquilar al otro contendiente.
Pero sobre todo, tal hecho consiste en recurso ilegal y carente de dignidad, por lo que resulta en un agravio, no sólo en contra de un candidato, sino de la UAQ y de nuestras aspiraciones de alcanzar un estado democrático de derecho
Bernardo Romero Vázquez
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