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Mostrando las entradas de mayo, 2011

Miente usted, señor Calderón

Miente usted, señor Calderón Acentos Epigmenio Carlos Ibarra 2011-05-6•Acentos Había decidido no escribirle ni una carta más a través de este medio. Lo declarado por usted a Joaquín López-Dóriga el martes pasado y luego su mensaje a la nación del miércoles, en cadena nacional y en los horarios estelares de tv, me ha hecho cambiar de opinión. Tenemos los ciudadanos —y en especial quienes ejercemos el oficio periodístico— no solamente el derecho, sino el deber de hacer contrapeso, en la medida de nuestras posibilidades, al poder y más cuando éste se ejerce con tan notoria y criminal ineptitud como usted lo hace. Aunque usted y sus seguidores pretendan llevar el país hacia el pasado autoritario donde la palabra del presidente era prácticamente dogma de fe, lo cierto es que los tiempos han cambiado. Si aspiramos a retomar el rumbo democrático, perdido cuando la traición de Vicente Fox le permitió a usted sentarse en la silla, no podemos ni debemos tolerar que nadie, escudándose en el cargo

Nosotros decimos no

Eduardo Galeano Nosotros decimos NO al elogio del dinero y de la muerte. Decimos NO a un sistema que pone precio a las cosas y a la gente, donde el que más tiene es el que más vale, y decimos NO a un mundo que destina a las armas de guerra millones de dólares cada minuto, mientras cada minuto mata niños por hambre o enfermedad curable. La bomba de neutrones que salva a las cosas y aniquila a la gente, es un perfecto símbolo de nuestro tiempo. Para el asesino sistema que convierte en objetivos militares a las estrellas de la noche, el ser humano no es más que un factor de producción y de consumo y un objeto de uso; el tiempo, no más que un recurso económico; y el planeta entero una fuente de renta que debe rendir hasta la última gota de su jugo. Se multiplica la pobreza para multiplicar la riqueza, y se multiplican las armas que custodian esa riqueza, riqueza de poquitos , y que mantienen a raya la pobreza de todos los demás, y también se multiplica, mientras tanto la soledad: nosotro