El pasado sábado, Clara y éste tecleador fuimos al teatrito "La carcajada" (Cinco de Mayo, entre Pasteur y Río de la Loza) a ver una puesta en escena: "La tremenda corte, Homenaje a Tres Patines".
El teatrito "La carcajada" es lo que se puede llamar un "teatro de bolsillo". El aforo no es de más de 100 personas; lo cual crea una atmósfera íntima, agradable, segura. Un gusto, ver el teatro lleno. Siempre es agradable ver que aún hay personas que gustan de estas manifestaciones artísticas. Debido al tipo de obra, para aquellos que tienen más de treinta años, en su mayoría los asistentes era gente mayor.
El teatro devino en templo de la risa. El grupo que ahí trabaja (Izquierdo, Coka), especialistas en comedia, en nada desmerecieron a los originales.
Fue algo extraño, ver lo que siempre escuché. Debo a este tipo de programas, a las radionovelas, al Kalimán, mi amor por la voz humana. Siempre que me estreso en demasía, enciendo el radio y escucho gente hablar, lo cual me tranquiliza. Tres patines me pareció un tipo delgado, chachalaco, deslenguado. Ver a Coka en él personificado, casi empató con la descripción que vivía en mi mente. El juez de la Tremenda Corte, un tipo que encaja perfectamente la descripción: se extrañó esa decisión (no es broma) en los jueces que calificaron la pasada elección presidencial. Nananina y Rudecindo, personajes periféricos pero necesarios. Ni hablar del secretario, puesto en evidencia por Tres Patines al decir que nada escribe, que usa la misma hoja en blanco y que la máquina no tiene tinta.
La puesta consta de cuatro episodios, mezclados con el humor de los integrantes. Fotograficidio, lechericidio son memorables. Aunque los bajen de Internet, no es lo mismo vivir la experiencia del teatro.
Una opción MUY RECOMENDABLE para cualquier fin de semana.
Czerjyo.
El teatrito "La carcajada" es lo que se puede llamar un "teatro de bolsillo". El aforo no es de más de 100 personas; lo cual crea una atmósfera íntima, agradable, segura. Un gusto, ver el teatro lleno. Siempre es agradable ver que aún hay personas que gustan de estas manifestaciones artísticas. Debido al tipo de obra, para aquellos que tienen más de treinta años, en su mayoría los asistentes era gente mayor.
El teatro devino en templo de la risa. El grupo que ahí trabaja (Izquierdo, Coka), especialistas en comedia, en nada desmerecieron a los originales.
Fue algo extraño, ver lo que siempre escuché. Debo a este tipo de programas, a las radionovelas, al Kalimán, mi amor por la voz humana. Siempre que me estreso en demasía, enciendo el radio y escucho gente hablar, lo cual me tranquiliza. Tres patines me pareció un tipo delgado, chachalaco, deslenguado. Ver a Coka en él personificado, casi empató con la descripción que vivía en mi mente. El juez de la Tremenda Corte, un tipo que encaja perfectamente la descripción: se extrañó esa decisión (no es broma) en los jueces que calificaron la pasada elección presidencial. Nananina y Rudecindo, personajes periféricos pero necesarios. Ni hablar del secretario, puesto en evidencia por Tres Patines al decir que nada escribe, que usa la misma hoja en blanco y que la máquina no tiene tinta.
La puesta consta de cuatro episodios, mezclados con el humor de los integrantes. Fotograficidio, lechericidio son memorables. Aunque los bajen de Internet, no es lo mismo vivir la experiencia del teatro.
Una opción MUY RECOMENDABLE para cualquier fin de semana.
Czerjyo.
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