Pertenezco a una generación, cuyas motivaciones eran distintas a las actuales. Un carro, una casa, buen trabajo, viajes. Pasé mi niñez, adolescencia, primera adultez en un mundo sin temor al azúcar, a la leche, al glúten. Un mundo donde la comunicación era con un teléfono fijo, cartas, o yendo personalmente a varios lugares y sitios. Crecí en un mundo sin acceso a internet, donde el Facebook era el chismógrafo; pude vivir la emoción de las citas a ciegas, y la música, era música.
Sin embargo, soy de una generación, si no caduca, sí en declive, demodé. Las nuevas generaciones tienen otros estímulos, otras experiencias.
Estoy rodeado de millenials, jóvenes que no gozarán de una pensión, por citar un ejemplo. Que no conocieron tantas cosas que eran un placer para los sentidos. Sin embargo, es una experiencia positiva trabajar con ellos. Tienen más preocupación que nosotros por cuestiones como la ecología, los animales, a veces la diversión.
Hace tiempo pensé en hacerme un tatuaje, aunque no lo tenía claro. Ni dónde, ni qué, ni cuándo. Pensaba en el dolor, en el miedo a las agujas no esterilizadas, a varias cosas. Sin embargo, lyuego de ver a mis compañeras (mujeres, todas ellas) de las nuevas generaciones, el otrora deseo torna realidad. Acá iré plasmando el proceso. Escribo esto a unos días de hacerme uno de ellos.
Lo pensé muchas veces, y ahora, me he decidido. He hallado información, consultado con personas y ya veremos cómo me va.
ENE 2020.
Sin embargo, soy de una generación, si no caduca, sí en declive, demodé. Las nuevas generaciones tienen otros estímulos, otras experiencias.
Estoy rodeado de millenials, jóvenes que no gozarán de una pensión, por citar un ejemplo. Que no conocieron tantas cosas que eran un placer para los sentidos. Sin embargo, es una experiencia positiva trabajar con ellos. Tienen más preocupación que nosotros por cuestiones como la ecología, los animales, a veces la diversión.
Hace tiempo pensé en hacerme un tatuaje, aunque no lo tenía claro. Ni dónde, ni qué, ni cuándo. Pensaba en el dolor, en el miedo a las agujas no esterilizadas, a varias cosas. Sin embargo, lyuego de ver a mis compañeras (mujeres, todas ellas) de las nuevas generaciones, el otrora deseo torna realidad. Acá iré plasmando el proceso. Escribo esto a unos días de hacerme uno de ellos.
Lo pensé muchas veces, y ahora, me he decidido. He hallado información, consultado con personas y ya veremos cómo me va.
ENE 2020.
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