- Ten el punto, te lo regalo, no eres capaz de ganar sin trampa.
Me quedé azorado. ¡Yo no hice trampa! Tan solo apelé al reglamento, y en esta actividad la pieza que se toca en primera instancia es la pieza que ha de moverse. Mi rival no dejó de incomodar y decirme que era un tramposo. La situación me sacó de la concentración necesaria y perdí la partida siguiente, quedando en tercer lugar cuando en otra circunstancia, pude quedar primero.
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El apasionante torneo de partidas del mundial de ajedrez relámpago King Salman 2019, celebrado en Moscú, trajo en su antepenúltima ronda (19 de 21) un duelo apasionante y épico: el jóven genio Alireza Firouzja (Irán, 16 años) con blancas ante el campeón mundial de ajedrez clásico Magnus Carlsen (Noruega, 29). El ritmo de juego es tres minutos por jugador, mas dos segundos de incremento cada movimiento, el llamado estilo Fischer (3'+2'')
Luego de una posición complicada para Carlsen con tres peones de menos aunque con alfiles de colores opuestos, donde previamente el joven Firouzja había desperdiciado algunos segundos al tirar las piezas del tablero y colocarlas adecuadamente, su tiempo se agotó en esta posición.
Considero que ni un jugador novato llegaría a esta posición para recibir un mate así de bobo, ya no digamos un súper gran maestro de más de 2700 ELO. Lo sé, el reglamento es injusto, quizás ridículo. Sin embargo, tal es la ley, y a acatarla o cambiar de deporte.
Firouzja alegó más tarde que en algún momento de la partida Carlsen dijo algo en noruego, y además que el reloj no funcionó adecuadamente, el reclamó no ocurrió en tiempo y forma, y aunque hizo la protesta oficial, luego de algunas deliberaciones, Magnus consiguió el punto.
Por naturaleza, estamos con el débil, y esa condición nos hace pensar en lo injusto que fue el campeón del mundo. Empero, ¿nadie pensó que Firoujza también conoce el reglamento y, aunque injusto, hay que acatarlo? ¿A nadie le pareció ridículo achacar la derrota a una falla en el reloj o a unas palabras en noruego de Magnus?
Para muchos, Carlsen debería afirmar que fueron tablas muertas, y dividir el punto con el oriundo de la vieja Persia. Quizás más tarde aún ganaría el torneo y habría conseguido la admiración de miles por su humildad. Sin embargo, Carlsen no hizo ninguna trampa, no presionó el reloj injustamente, no usó sustancias para modificar su capacidad ni utilizó alguna táctica para desconcentrar al rival. ¿Por qué condenar una actuación apegada al reglamento? No hacerlo así habría sido una manera de la corrupción. Coincido: la legislación es absurda, sin embargo es lo que existe y hay que respetarla. Hoy nos perjudicó, pero la vida y sobre todo el deporte da revanchas y el día de mañana, los papeles seguramente estarán invertidos y nadie condenará a Firouzja por aplicar el mismo reglamento que hoy lo ha perjudicado. Nadie regaló algo a Magnus y fueron los errores propios de la competencia los que le llevaron a la derrota a la rutilante y juvenil estrella iraní: no vale el calificativo de injusta ni de ilegal, aunque algunos apelando a la Filosofía puedan considerarlo. ¿Cuántos de quienes así opinan han estado a las puertas del campeonato mundial y obrado con humildad y ética deportiva, para que hablen con autoridad moral?
Lo que sí puede ocurrir, es que Carlsen encabece un movimiento para hacer un llamado a la FIDE y estudiar el reglamento para eventualmente modificarlo y, en lo sucesivo, una situación idéntica no vuelva a perjudicar/favorecer a alguien.
Min 8:18 - Carlsen salta del tablero y algo dice. Siendo muy imaginativos, el noruego gritaría: "¡F-ck!". A partir de ahí, su rostro y lenguaje corporal son un mar de expresiones, entendibles por el apuro de tiempo. Firouzja parece no voltear a ver el reloj, a pesar que a partir de entonces tiene menos de 10 segundos para concluir su partida. Si algo inapropiado hizo Carlsen, ¿por qué no se detuvo el reloj y se procedió en ese momento a la impugnacion?
Min 8:53 - El rostro azorado de Carlsen y su indecisión ante el mortal ataque blanco.
Min 9:00 - Firouzja parece mirar el reloj.
Min 9:07 - Firouzja tira un peón negro y por reglamento, está obligado a acomodarlo en su posición correcta, lo que le hace perder tiempo.
Min 9:15 - La quijada de Carlsen.
Min 9:28 - Firouzja vuelve a tirar algunos peones. Siendo rigoristas, el peón en e4 está desacomodado. ¿Qué habría ocurrido si el noruego exige dejarlo en la posición correcta?
Min 9:59 - La respiracion agitada del jugador con blancas...
Min 10:07 - Firouzja vuelve a tirar una pieza, ahora su rey, situación donde se la acaba el tiempo en el reloj. Molesto, golpea la mesa y se levanta. Al parecer, Carlsen no se había dado cuenta de ello aún, se levanta y concluye el juego.
Toda esta situación, me recuerda a Emmanuel Lasker y su frase: en el tablero no juegan piezas de madera, sino hombres de carne y hueso. (La cursiva es mía porque hoy lo políticamente correcto es decir hombres y mujeres, o en su defecto, personas)
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