Volvemos al fútbol.
Ayer, tuve la suerte de estar de vacaciones, de tener televisión por cable, de poder ver a Leonel Messi acabar con el poderoso Arsenal de Arsene Wenger. "No conozco muchos jugadores capaces de marcar el cuarto gol como él lo hizo", dijo Wenger en la entrevista al final.Ramón Besa, en El País escribe: "Messi apenas habla y cuando abre la boca no siempre se sabe lo que ha dicho. La revista norteamericana Time ni siquiera le ha incluido en la lista de los 200 personajes más famosos del mundo porque se supone que no tiene gancho mediático para competir con figuras como Tiger Woods. Tampoco se pone el brazalete porque las funciones de capitán le distraerían de su condición de futbolista: nadie se le imagina firmando el acta arbitral ni sorteando el campo. A Messi sólo le gusta jugar a fútbol y marcar goles. No tiene envoltorio. Nadie sabe si le estimula que le comparen con Maradona, con Ronaldo y con Higuaín. Tampoco hay noticias sobre cómo le afecta que los demás discutan sobre su progresión y reinado, y claro está, por las causas de su difícil encaje con Argentina.. No hay dudas, en cambio, de que a Messi sólo le interesa el recreo, momento en que se pide la pelota, se vuelve competitivo y resuelve el partido más difícil. Los niños no preguntan sino que solamente salen a jugar al patio."
Messi es un jugador de excepción, aunque ayer demuestra que excepción ya se queda corto. Messi(as) le llaman en España. Coincido con Arsene Wenger, el cuarto gol es una poesía futbolística. No olvidemos que lo marca al minuto 87. Tiene la fuerza y la energía para dar todo el juego a ese nivel.
Dejaré las palabras de lado, y les comparto el video. Imperdible, tener alegría en nuestros días, luego de la farsa de Paulette Gebara.
Ayer, tuve la suerte de estar de vacaciones, de tener televisión por cable, de poder ver a Leonel Messi acabar con el poderoso Arsenal de Arsene Wenger. "No conozco muchos jugadores capaces de marcar el cuarto gol como él lo hizo", dijo Wenger en la entrevista al final.Ramón Besa, en El País escribe: "Messi apenas habla y cuando abre la boca no siempre se sabe lo que ha dicho. La revista norteamericana Time ni siquiera le ha incluido en la lista de los 200 personajes más famosos del mundo porque se supone que no tiene gancho mediático para competir con figuras como Tiger Woods. Tampoco se pone el brazalete porque las funciones de capitán le distraerían de su condición de futbolista: nadie se le imagina firmando el acta arbitral ni sorteando el campo. A Messi sólo le gusta jugar a fútbol y marcar goles. No tiene envoltorio. Nadie sabe si le estimula que le comparen con Maradona, con Ronaldo y con Higuaín. Tampoco hay noticias sobre cómo le afecta que los demás discutan sobre su progresión y reinado, y claro está, por las causas de su difícil encaje con Argentina.. No hay dudas, en cambio, de que a Messi sólo le interesa el recreo, momento en que se pide la pelota, se vuelve competitivo y resuelve el partido más difícil. Los niños no preguntan sino que solamente salen a jugar al patio."
Messi es un jugador de excepción, aunque ayer demuestra que excepción ya se queda corto. Messi(as) le llaman en España. Coincido con Arsene Wenger, el cuarto gol es una poesía futbolística. No olvidemos que lo marca al minuto 87. Tiene la fuerza y la energía para dar todo el juego a ese nivel.
Dejaré las palabras de lado, y les comparto el video. Imperdible, tener alegría en nuestros días, luego de la farsa de Paulette Gebara.
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