Vicente Fox no deja de sorprendernos: a casi cien días de dejar el cargo, ha metido en problemas a su sucesor, Felipe Calderón. La última de sus declaraciones, aquella con perdió con AMLO en el desafuero, pero le ganó en la elección no hace sino abonar en favor de aquellos convencidos que el proceso 2006 fue un fraude total. ¿Es una lengua suelta o una confesión de parte? No es algo menor, viniendo de un tipo que por lo menos en teoría, tuvo en sus manos las riendas de la conducción de éste país por SEIS años.
Algunos columnistas nacionales abordan el tema de manera muy campechana: "un desliz mas de un tipo que ya sabemos locuaz y deslenguado". Pienso en una sociedad verdaderamente democrática, y una declaración de este tipo debería encender de inmediato las alarmas y provocar al instante una investigación al más alto nivel para establecer los deslindes necesarios. Las elecciones presidenciales, son un asunto tutelado por el Estado Mexicano; Felipe Calderón, debería ser el más interesado en ello. Si el triunfo le pertenece, bien. Si no, "el que nada tuvo, que nada tenga". Tristemente, no es así. Su libertad está limitándose peligrosamente, y como dice aquel refrán, "el conquistador por cuidar de su conquista, se transforma en esclavo de lo que conquistó" Victoria pírrica la de Fox y Calderón, más interesados en proteger intereses que en el bienestar del país.
La negativa del IFE y el TEPJF al voto por voto, casilla por casilla; la cerrazón del IFE a abrir la paquetería electoral del recién concluido proceso electoral, dan mucho en que pensar. "No hagan cosas buenas que parezcan malas". Pensar en la simple fortaleza de las instituciones (bien pertrechadas en los medios masivos electrónicos) es algo que debería preocupar. Por eso Felipe Calderón se escuda en el ejército un día sí y otro también; por eso tuvo que presumir su triunfo en las urnas en Alemania; por eso sigue atacando al populismo. "Dime de qué presumes para decirte tus carencias". El dogmatismo, la confianza ciega en algo, está muy lejos de ser algo provechoso. La ciencia misma, paradigma del racionalismo, se sabe está basada en altas probabilidades de ocurrencia, no es una fe ciega en ella. Si el día de mañana, los objetos suben en lugar de bajar, tienen que modificar nuestros niveles de pensamiento, y no creer que la naturaleza está mal y lo que antes funcionó, resistirá el embate del tiempo.
La legitimidad, sociológicamente hablando, es la confianza de la sociedad en las instituciones, es la aceptación de que alguien manda, y alguien obedece. Esto, en México, se está perdiendo día con día. El mismo gobierno de la República, mandó extraditar 15 capos. Se acepta como un gesto de confianza en favor de Estados Unidos, pero lo hizo violando la ley y las sacrosantas instituciones. Desde la toma de posesión (Diciembre 1 2006, a las 00:00) en la extraña ceremonia, ha violado sistemáticamente las tan cacareadas instituciones. ¿A quièn quieren engañar?
Aquí le dejamos al tema. Mejor voy a jugar con Tomás Varo o como se llame el personaje de TV que nos invita a la boda de su hija: comercial tan deleznable como el que mas, con el cual México se enfila a severos problemas de ludopatía. Tiempo al tiempo ...
Czerjyo
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