Un minitributo a La Barranca
A "La Barranca", hay que oirla, para tocarla, para sentirla, para vivirla.
Los músicos de la Barranca, "animales en extinción" en tiempos de Jolette y el maestro Erasmo. Un "La realidad es comercial, y tu prefieres no mirar", que invade la generación BB VIP. La Barranca, es uno de los pocos grupos mexicanos, que no pretenden serlo a ultranza (Los Botellos, Los Caifanes, inclusive los Tacubos en su primera etapa) La Barranca es mexicano, porque ES MEXICANO. El pasado vivo, del que tanto hablaba Paz, secundado por Fuentes, permea sus canciones. El Fuego de la Noche, es mas que un album, un ritual, que hay que celebrar, obvio, con mezcal, para no perder la fe y abrir el corazón. El Fuego de la Noche, es la aceptación de que no somos lo que esperaban los demás de nosotros, tan solo, lo que supimos llegar a ser. El Fuego de la Noche, es pedirle a los elementos (al mar = agua, al sol = fuego), que exponga nuestros suspiros, nuestros pensamientos, alegrias y tristezas; en suma, la colección de nuestros deseos, nuestros anhelos, sueños cumplidos y frustrados, que vamos dejando ... y que se eleven, hasta tocar el cielo. De la sima, a la cima.
Written in the middle night, May 13, 2K5
A "La Barranca", hay que oirla, para tocarla, para sentirla, para vivirla.
Los músicos de la Barranca, "animales en extinción" en tiempos de Jolette y el maestro Erasmo. Un "La realidad es comercial, y tu prefieres no mirar", que invade la generación BB VIP. La Barranca, es uno de los pocos grupos mexicanos, que no pretenden serlo a ultranza (Los Botellos, Los Caifanes, inclusive los Tacubos en su primera etapa) La Barranca es mexicano, porque ES MEXICANO. El pasado vivo, del que tanto hablaba Paz, secundado por Fuentes, permea sus canciones. El Fuego de la Noche, es mas que un album, un ritual, que hay que celebrar, obvio, con mezcal, para no perder la fe y abrir el corazón. El Fuego de la Noche, es la aceptación de que no somos lo que esperaban los demás de nosotros, tan solo, lo que supimos llegar a ser. El Fuego de la Noche, es pedirle a los elementos (al mar = agua, al sol = fuego), que exponga nuestros suspiros, nuestros pensamientos, alegrias y tristezas; en suma, la colección de nuestros deseos, nuestros anhelos, sueños cumplidos y frustrados, que vamos dejando ... y que se eleven, hasta tocar el cielo. De la sima, a la cima.
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