La pandemia de SARS-COV-2, que tantas desgracias ha traído al mundo, ha significado un boom en el juego del ajedrez que no se veía desde los encuentros entre Kasparov y Karpov en los 80's, o desde hace cincuenta años, cuando el mítico encuentro entra Fischer y Spasski en Reikjavic, 1971. La facilidad del ajedrez en línea y sobre todo, la aparición de la serie "Gambito de Dama" de Netflix, ahora sabemos, ganadora del globo de oro a la mejor serie y de Anna Taylor-Joy (Beth Harmon), ha significado un resurgimiento inusitado del gusto por el ajedrez.
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| Elizabeth Harmon, campeona mundial de ajedrez en la serie "Gambito de Dama", interpretada por Anna Taylor-Joy |
Hoy, 8 de marzo, que se conmemora el día internacional de la mujer, vale la pena recordar una anécdota muy curiosa que tiene que ver con la pieza más poderosa de ajedrez, la Dama (los ajedrecistas no la llamamos Reina).
Las reglas del ajedrez tienen 500 años, y hay una leyenda que nos dice cómo es que la Dama llegó a ser la pieza que es hoy. En aquel entonces la Dama, compañera del Rey, era un pieza muy disminuída. El Rey mueve una casilla a la vez, siempre que no se coloque en jaque (estar bajo asedio, inmediato o a distancia en una casilla fiscalizada por una pieza del bando contrario). La Dama, por otra parte, aunque movía una casilla a la vez (igual que el Rey), sólo capturaba como alfil.
Cuentan que Isabel de Castilla, una de las mujeres más poderosas de la historia, fue introducida al juego del ajedrez.
Al ver la manera en la cual esa figura se comportaba en el tablero, montó en cólera y exigió modificar las reglas del juego. Ahora, la Dama no sería esa figura tímida y lenta, sino por el contrario, combinaría las dos piezas más fuertes a la distancia: el Alfil, que ataca en diagonal y la Torre, por las verticales y horizontales. Fuerte y poderosa, imprescindible como ella.
Tener la Dama de ventaja, por lo regular significa ganar la partida. Perderla, una derrota casi segura. Sin embargo, muchas de las partidas más hermosas de la historia involucran, precisamente, su sacrificio. La más reciente, hace tres meses. En el poderoso campeonato de Rusia, última ronda, entre Daniil Dubov contra Sergei Karjakin.
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