Lo que sigue, no lo escribió Andrés Manuel López Obrador, aunque las propuestas son idénticas. En una país con verdadera democracia, este discurso es ganador. Aquí, lo llamamos un Peligro para México.
Sergio Olvera León.
A new era of responsibility.
Renewing America's promise.
www.budget.gov
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Un desbalance creciente: la desproporcionada acumulación de la riqueza y la eliminación de la clase media.
En la mayor parte de las tres últimas décadas, una desproporcionada repartición de la riqueza ha sido acumulada por los más ricos. Los avances tecnológicos, así como una competencia creciente, ha transformado las industrias y creado otras nuevas, lo cual ha acentuado la desigualdad. En vez de utilizar los impuestos para disminuir esas crecientes desigualdades, los cambios en las leyes fiscales los han incrementado.
De acuerdo al Sistema Interno de Revenue, los 400 ciudadanos que más impuestos han pagado, hicieron más de 263 millones de dólares en promedio el año 2006. Sin embargo, pagaron la menor cantidad de impuestos desde que tenemos reportes los últimos 15 años.
No es sorpresa que la riqueza comenzara a concentrarse en la cima. En 2004, en 10% de las personas poseían el 70% de la riqueza de éste país. El ingreso neto del 1% de familias más rico, fue mayor que el 90% más bajo. En realidad, el 1% llevó a casa más del 22% del ingreso total de la nación, muy por encima del 10% de 1980.
No está mal que las personas sean exitosas y ganen dinero. Pero algo no está funcionando bien, cuando la oportunidad de que todas las personas crezcan, entren a la clase media y creen una mejor vida para sus hijos se vuelva más y más elusiva. Eso es lo que está ocurriendo. La escalera del crecimiento está cada vez más empinada y difícil de escalar. La perspectiva de crecimiento se ha deslizado más allá del alcance de los millones que hemos ignorado deliberadamente, de las inversiones en las personas que hemos dejado de hacer para el fortalecimiento de la clase media.
Educación
Sabemos que la clave del éxito en el siglo XXI radica en la inversión de nuestragente, en darle la oportunidad de tener una educación de clase mundial desde la cuna hasta sus estudios universitarios. Los economistas de todos los espectros coinciden en señalar que en la era digital, una fuerza de trabajo altamente especializada no solo es necesaria sino fundamental, no solo en lo referente a las personas individuales sino para el éxito total de nuestra economía. Entre más personas estén educadas con los méximos estándares posibles, seremos mucho mejores. Así, muchos niños tendrán ahora la educación de clase mundial que merecen y necesitan para tener éxito en la economía de la era digital.
Las investigaciones demuestran que hay un inmenso retorno de inversión en actividades relacionadas con la educación de calidad, en programas que apoyen a niños con discapacidad y a sus familias, desde su nacimiento. Algunos estudios hablan de que por cada dólar invertido, hay una ganancia de entre 4 a 9 dólares en la sociedad en ingresos más altos, mayores índices de empleo, mayor seguridad, menos uso de recursos sociales y una mejor calidad de vida.
Del jardín de niños a la preparatoria, muchos de nuestros estudiantes tienen una educación deficiente. De acuerdo a estudios nacionales, en 2007 sólo un tercio de los lectores de cuatro grado demuestran un rendimiento académico sólido en lectura. De la misma forma, 31% de los estudiantes de octavo grado demostraron un rendimiento académico sólido, porcentaje que ha permanecido constante desde 1992. Niveles de desempeño son similares en Matemáticas.
No hemos creado un sistema confiable para dar recursos a profesores y directores, de forma que entreguen buenos resultados educativos. El problema se incrementa por nuestra falta de inversión en infraestructura escolar. Un reporte proveniente del 2004 encontró que el 8.5% de las escuelas han excedido su capacidad. En casi una de cada cinco escuelas, los profesores tienen que dar clase en áreas comunes como gimnasios y cafeterías, y en una de cada cuatro escuelas, los profesores no tienen su propio salón de clase.
Otra parte del problema es que cuando esos estudiantes terminan la preparatoria y buscan continuar su educación, enfrentan los enormes costos de la Universidad. El costo promedio entre el 2001 y el 2008, sufrió un incremento del 26%, luego de ajustarlo a la inflación. No sorprende entonces que el 60% de los graduados tenga una deuda, que en ocasiones va más allá de los 20 mil dólares. Al enfrentarse a esos números, muchos estudiantes deciden que lo mejor es que no pueden cursar la Universidad.
Si nuestros niños no pueden llegar a la Universidad, no hay forma de que nuestra economía crezca, se fortalezca la clase media y se genera compeyencia en la economía global.
Barack Obama. February 2009.
Sergio Olvera León.
A new era of responsibility.
Renewing America's promise.
www.budget.gov
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Un desbalance creciente: la desproporcionada acumulación de la riqueza y la eliminación de la clase media.
En la mayor parte de las tres últimas décadas, una desproporcionada repartición de la riqueza ha sido acumulada por los más ricos. Los avances tecnológicos, así como una competencia creciente, ha transformado las industrias y creado otras nuevas, lo cual ha acentuado la desigualdad. En vez de utilizar los impuestos para disminuir esas crecientes desigualdades, los cambios en las leyes fiscales los han incrementado.
De acuerdo al Sistema Interno de Revenue, los 400 ciudadanos que más impuestos han pagado, hicieron más de 263 millones de dólares en promedio el año 2006. Sin embargo, pagaron la menor cantidad de impuestos desde que tenemos reportes los últimos 15 años.
No es sorpresa que la riqueza comenzara a concentrarse en la cima. En 2004, en 10% de las personas poseían el 70% de la riqueza de éste país. El ingreso neto del 1% de familias más rico, fue mayor que el 90% más bajo. En realidad, el 1% llevó a casa más del 22% del ingreso total de la nación, muy por encima del 10% de 1980.
No está mal que las personas sean exitosas y ganen dinero. Pero algo no está funcionando bien, cuando la oportunidad de que todas las personas crezcan, entren a la clase media y creen una mejor vida para sus hijos se vuelva más y más elusiva. Eso es lo que está ocurriendo. La escalera del crecimiento está cada vez más empinada y difícil de escalar. La perspectiva de crecimiento se ha deslizado más allá del alcance de los millones que hemos ignorado deliberadamente, de las inversiones en las personas que hemos dejado de hacer para el fortalecimiento de la clase media.
Educación
Sabemos que la clave del éxito en el siglo XXI radica en la inversión de nuestragente, en darle la oportunidad de tener una educación de clase mundial desde la cuna hasta sus estudios universitarios. Los economistas de todos los espectros coinciden en señalar que en la era digital, una fuerza de trabajo altamente especializada no solo es necesaria sino fundamental, no solo en lo referente a las personas individuales sino para el éxito total de nuestra economía. Entre más personas estén educadas con los méximos estándares posibles, seremos mucho mejores. Así, muchos niños tendrán ahora la educación de clase mundial que merecen y necesitan para tener éxito en la economía de la era digital.
Las investigaciones demuestran que hay un inmenso retorno de inversión en actividades relacionadas con la educación de calidad, en programas que apoyen a niños con discapacidad y a sus familias, desde su nacimiento. Algunos estudios hablan de que por cada dólar invertido, hay una ganancia de entre 4 a 9 dólares en la sociedad en ingresos más altos, mayores índices de empleo, mayor seguridad, menos uso de recursos sociales y una mejor calidad de vida.
Del jardín de niños a la preparatoria, muchos de nuestros estudiantes tienen una educación deficiente. De acuerdo a estudios nacionales, en 2007 sólo un tercio de los lectores de cuatro grado demuestran un rendimiento académico sólido en lectura. De la misma forma, 31% de los estudiantes de octavo grado demostraron un rendimiento académico sólido, porcentaje que ha permanecido constante desde 1992. Niveles de desempeño son similares en Matemáticas.
No hemos creado un sistema confiable para dar recursos a profesores y directores, de forma que entreguen buenos resultados educativos. El problema se incrementa por nuestra falta de inversión en infraestructura escolar. Un reporte proveniente del 2004 encontró que el 8.5% de las escuelas han excedido su capacidad. En casi una de cada cinco escuelas, los profesores tienen que dar clase en áreas comunes como gimnasios y cafeterías, y en una de cada cuatro escuelas, los profesores no tienen su propio salón de clase.
Otra parte del problema es que cuando esos estudiantes terminan la preparatoria y buscan continuar su educación, enfrentan los enormes costos de la Universidad. El costo promedio entre el 2001 y el 2008, sufrió un incremento del 26%, luego de ajustarlo a la inflación. No sorprende entonces que el 60% de los graduados tenga una deuda, que en ocasiones va más allá de los 20 mil dólares. Al enfrentarse a esos números, muchos estudiantes deciden que lo mejor es que no pueden cursar la Universidad.
Si nuestros niños no pueden llegar a la Universidad, no hay forma de que nuestra economía crezca, se fortalezca la clase media y se genera compeyencia en la economía global.
Barack Obama. February 2009.
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