Juan Villoro 24 Jul. 2015 Reforma En 1926, cuando el campo mexicano seguía sembrado con casquillos de la Revolución, la Normal Rural de Ayotzinapa fue fundada por Rodolfo A. Bonilla, padre del actor Héctor Bonilla, y Raúl Isidro Burgos, legendario educador que hoy da nombre a la escuela. Las normales pertenecen a un periodo de enorme confianza en la pedagogía. A la distancia, sorprende la dimensión épica de un empeño que asoció el porvenir con el conocimiento y cuyo último saldo significativo fue la construcción de Ciudad Universitaria. Ayotzinapa nació en plan grande, un internado para varones con instalaciones deportivas y aulas que dominaban los verdes montes de Tixtla. Durante el cardenismo llegó a haber 36 normales rurales. Hoy, en una nación mucho más poblada, quedan 16. En forma taimada pero sistemática, el gobierno ha querido liquidar esta forma de enseñanza. Una peculiar tradición hace que los políticos mexicanos piensen que abandonar los asuntos equivale a resolverlos...
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